Este libro apasionante trata de las estrechas relaciones entre la sexualidad y lo sagrado. En nuestra cultura moderna, desacralizada, la sexualidad es considerada como algo contrario a la espiritualidad, pero no era así para los antiguos.
Cuando se honraba bajo sus distintas formas a la Diosa del Amor, la prostituta sagrada era virgen en el sentido original de la palabra: una persona de una profunda integridad que recibía a los extranjeros de un modo radiante, confiado y sensual. Su razón de ser era conducir a la Diosa del Amor hacia el contacto directo con la humanidad.
En esta unión de lo masculino con lo femenino, de lo físico con lo espiritual, lo personal era transcendido y lo divino interiorizado.
Este estimulante libro, basado en las teorías de Carl G. Jung, ilustra poderosamente cómo nuestra vitalidad y nuestra capacidad para alcanzar la alegría dependen del hecho de restaurar el alma de la prostituta sagrada a su legítimo lugar en nuestra conciencia.