La noche de mil noches y una noche,
la sombra de mil sombras y un latido,
el agua de mil aguas que cayeron,
el fuego destapando sus embudos,
la ceniza vestida de medusa,
la tierra dando un grito.
Hombre soy, por qué nací en la tierra?
Dónde está mi mortaja?
Ésta es la muerte?
«Como un gran Midas austral, [Neruda] maneja y gobierna el poder de la palabra. Todo aquello que palpa se convierte en poesía. Ríos, montañas, cordilleranas, pinares, amores perdidos, lejanos mares, recuerdos gratos e ingratos, la amada y hasta la modesta realidad de una cebolla adquieren bajo su palabra dimensión poética.»
ANTONIO CISNEROS