En el año del Quinto Centenario de la muerte de Isabel la Católica, es más que
oportuna esta nueva edición de la ya clásica biografía de la Reina Católica del
eminente historiador Alfredo Alvar Ezquerra.
Isabel de Trastámara, más conocida como Isabel la Católica, no estaba destinada
a figurar con grandes letras en la Historia. No era la princesa heredera, la
educación que recibió de niña estaba encaminada a hacer de ella una infanta más
dócil, piadosa y moderadamente culta. Sin embargo, un auténtico asalto al
poder, orquestado inicialmente por una parte de la nobleza, la convirtió en
reina de Castilla y, por su matrimonio con Fernando, en soberana pactada de
Aragón. La importancia de su reinado, punto de partida del estado moderno, es
indiscutible. Aún hoy, la figura de Isabel I de Castilla es uno de los
referentes obligados en la memoria histórica colectiva de los españoles.
Alvar Ezquerra traza un vigoroso fresco de aquel reinado tan crucial como
controvertido, al tiempo que responde a los numerosos interrogantes que aún
persisten acerca de la intimidad de la reina. ¿Cuál fue el proceso, personal y
sociocultural, por el que aquella mujer, educada por un fraile tardomedieval
dejó de ser un títere en manos de la nobleza para convertirse en una soberana
ambiciosa e inflexible en materia política? ¿Cómo concilió, en su propia
conciencia, fe religiosa y razón de Estado? ¿Cuál fue su reacción, como esposa,
ante las infidelidades del Rey? ¿Qué sintió, como madre, ante la locura de su
hija Juana o la prematura muerte del infante don Juan, el príncipe que murió de
amor?
Rigurosa y apasionante, la obra se completa con un comentario sobre el proceso
de beatificación de la Reina Católica.