Miguel Torga nos propone, sumándose a la riquísima tradición de los bestiarios medievales, una reflexión sobre la condición humana y nuestro sitio en el mundo en los catorce relatos que integran esta obra. Partiendo, como es frecuente en él, de los mitos agrarios y pastoriles enraizados en las duras tierras portuguesas de Tras-os-Montes, Torga sólo utiliza la anécdota para acercarse mejor a los esencial: lo que importa en estas pequeñas disecciones de la grandeza y miseria del alma humana es lo que nos llega a lo más hondo, lo que nos identifica a los hombres, más allá de nuestras diferencias individuales. Pero Torga, gran patriarca de las letras portuguesas, ha sido siempre un humanista. Estos «bichos» que protagonizan sus relatos son imágenes retocadas de nosotros mismos y resultan, a fin de cuentas, vulnerables y humanos, conmovedores y complejos. Este libro es un homenaje al supremo poder de la literatura para imaginar el mundo y darle forma.