Como todos los años, Jano llega a Piedrasnegras a pasar el verano. Allí se encuentra con que muchas cosas han cambiado. Aurora, la farera, que les daba de merendar y les contaba leyendas, ha sido sustituida por un ordenador, y su amiga Tea está distante y extraña. Juntos buscarán el medio de hacer volver a Aurora. Pero Jano siente que ya nada será como antes, ni siquiera él mismo.