El Incinerador había golpeado de nuevo.
El cadáver estaba quemado como los anteriores. Pero, a diferencia de ellos, éste había sido decapitado y la víctima no era una prostituta, sino la hija de uno de los hombres más prominentes de la ciudad.
Además, había un testigo: Angie, una adolescente marginal y de personalidad torturada, que es encomendada a los cuidados de la detective Kate y la que la arroja en manos del Incinerador. Y es misión de la agente llegar a Angie antes que el monstruo, por un escabroso camino en el que también se encuentran la hostilidad de sus propios compañeros e incluso los aguijonazos de un amor que creía perdido...
El Incinerador es la crónica de una caza desesperada, la descripción del lado más oscuro-el de la perversidad absoluta- y más nítido- el del amor y la entrega- de la condición humana. Una novela, en fin, absorbente y apasionante.