A Marcela, como a todos los niños, le gusta jugar, divertirse y aprender. Y aunque ya tiene cuatro años, y es mayor, al menos mayor que su hermana Daniela, todavía tiene pequeños accidentes, como cuando se despertó con la cama mojada, o el día que no supo decir cómo se llamaba su mamá... Pero no tienen importancia, porque aunque algunas veces pasa apuros, siempre acaba siendo divertido.