En los últimos años,,la inmigración se ha situado en el
centro de la atención de la sociedad española.El número
de inmigrantes ha experimentado un espectacular
crecimiento,al igual que el de trabajadores foráneos
afiliados a la seguridad social.
La intensificación de los flujos de llegada y la afloración
de la voluminosa y aún parcialmente inconclusa regulación
extraordinaria iniciada en la primavera del año 2000,han
contribuido a cambiar la fisonomía de la población
inmigrada. Todos los indicadores ponen de manifiesto
cambios de gran envergadura.