Esta novela es una parábola sobre la violencia y el furor de las guerras, de un universo en el que conviven el "hombre de placer" y el "hombre de sangre" a los que una monja, sor Luz, quiere entregarse definitivamente al aceptar, con el hijo que lleva en sus entrañas, su auténtico destino de mujer.
La figura central es una religiosa española, misionera en África, a la que la violencia obliga a salir del continente negro. La superiora de su orden la interroga acerca de su pasado y de las razones de su ruptura con el mundo: ¿huida o vocación? Para descubrir que en ellas está la vida, llena de escándalo, de su padre, héroe ridículo y trágico de la Guerra Civil española, lleno de complejos y remordimientos.