Los estudios que ha ido elaborando Mariano Álvarez Gómez sobre Unamuno y Ortega responden a la intención de poner de relieve el carácter estrictamente filosófico de su obra. Ambos se sienten vivamente interesados por las cuestiones que tienen que ver con la circunstancia española en sus más variadas vertientes, pero en sus respuestas y actitudes intentan atenerse a fundamentos rigurosos y últimos. De ahí que, hablando y escribiendo sobre lo momentáneo y efímero, nos hayan puesto en contacto con manifestaciones esenciales de la verdad, a cuya búsqueda se dedicaron de forma tan apasionada como ocasional y azarosa. El lenguaje que elaboraron sigue siendo, en lo fundamental, obligado recurso para pensar filosóficamente en español. Por ello nos sigue resultando ineludible la vuelta a su obra.