Ávila, ciudad amurallada, conventual y guerrera, declarada por la UNESCO patrimonio histórico de la humanidad, constituye un símbolo único que encierra en su perímetro religiosidad e historia, arte y heroísmo caballeresco, y esconde entre sus calles una intensa vida llena de atractivos. Todo en cúspide en esta ciudad llena de piedras y plegarias y en esta provincia poblada de castros prerrománicos, de iglesias góticas y mudéjares, de soberbios castillos y humildes casas típicas. Cumbres místicas en Santa Teresa y en San Juan; cumbres artísticas en el mudéjar de la Lugareja y en el románico de San Vicente; cumbres paisajísticas en el valle de Corneja y en el Circo de Gredos; y cumbres de arquitectura popular en el casco antiguo de Piedralaves y en el barrio de los Olivos de Candeleda.