Esta novela está lejos, pero también cerca, de lo que ha llegado a ser un género en la historia del cine, y ello quizás augure para ella un futuro destino cinematográfico: las películas de carretera.
Con una soltura sorprendente, como quien conoce muy bien los ambientes de que habla, el autor nos permite acompañar a Tximi, el joven que se convertirá en el narrador de la historia, y a su amigo mayor, el camionero Saki, por los laberintos del negocio de la importación de mano de obra africana, ilegal, no muy diferente de aquel del ?ébano?, que así se llamó el de la esclavitud de los negros.
Emigrantes que sueñan con Leuropa. Duros despertares de aquella ilusión. Viajes sin retorno muchas veces. Un documento patético sobre este tema de nuestro tiempo, contado ligeramente, sin poner ningún énfasis en ello, por un joven inocente, implicado, sin darse cuenta, en una tremenda aventura.