Doña Eustolia blandió el cuchillo cebollero para atacar a un charro rompehuelgas al que espantó de inmediato, dando lugar a la primera victoria militar del Taibo sindicalista. Esta y otras historias conforman lo que supuso la llegada de una parte de la generación del 68 al mundo fabril de la ciudad de México para tomar parte en la reorganización del sindicalismo obrero. Narrados con un humor ácido, mala leche, y épica de andar por casa, estos cuentos reconstruyen una lucha y una nostalgia que algunos han querido ocultar.