Estados Unidos domina actualmente el mundo y por lo tanto también influye de manera decisiva en nuestras vidas. Que tal influencia sea positiva o negativa depende sólo de nosotros, ya que muchas de las cosas que hacemos son «genuinamente americanas» y cada vez son más abundantes. La sonrisa americana, tan profiláctica, de labios rojos y dientes blanquísimos, puede ser tan enigmática como la sonrisa de La Gioconda y, al mismo tiempo, tan simple e irresistible como la de una estrella de Hollywood. Los españoles y, en general, los iberoamericanos, agobiados por una historia de confrontación y «opresión» estadounidense, no sabemos leer bien esa sonrisa y perdemos tiempo y esfuerzos en una rebelión inútil, en una lucha que nos impide averiguar el significado de nuestra dependencia cultural, económica, tecnológica, militar y política de Estados Unidos. De ahí que importemos a nuestras sociedades lo peor de América: la peor comida, la peor moda, el peor cine y, en definitiva, el peor estilo de vida.
Este libro es una reflexión humanista sobre Estados Unidos y los estadounidenses, pero también sobre España, los españoles y los iberoamericanos como parte de la gran galaxia «yanqui». Esta reflexión comparada entre ambas sociedades es fruto de seis años escribiendo como corresponsal desde Washington sobre lo que sucede en el centro del imperio, asistiendo en directo al avance imparable de la tecnología, la corrupción empresarial y política, el auge y la caída de la nueva economía, la preponderancia de Dios y los mass media, la fábrica de evasión de Hollywood, la divertida ligereza de la cultura popular y el despertar, a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001, de un gigante militar que llevaba diez años aletargado.