Envidia. Celos. Frustración. Decepción. Pasión. ¿Tienen que estar presentes en la jornada laboral?Pasamos una gran parte de nuestras vidas en el trabajo y, si bien la mayoría de nosotros disfrutamos con lo que hacemos, a menudo son aquellos con quienes trabajamos los que nos causan la mayor inquietud.
Pero incluso los problemas más difíciles se pueden resolver si aplicamos un poco de sentido común y reflexión adicional.
El autor distingue, con una gran claridad, ochenta y tres problemas específicos para demostrar que, sin importar lo difícil que sea la situación, siempre hay una perspectiva novedosa que nos ayudara a darle la vuelta a un problema.
El conocimiento de sí mismo, el tacto y el buen humor son ingredientes esenciales para evitar tener otro mal día en el trabajo.