La época dorada de América es una reflexión profunda acerca de la extensión en el mundo americano de habla española, durante el siglo XVI, de una poderosa y arraigada marea de cultura humanística que originó el tono del ser del mundo hispanoamericano en las raíces más profundas del humanismo español, originando signos de identidades políticas en la convivencia ibero-indígena, un pensamiento jurídico orientado hacia la organización de la convivencia, un clasicismo literario, una importante novedad historiográfica orientada hacia el futuro, con un considerable signo de modernidad de conciencia americanista y una culminación intelectual en los rasgos esenciales de la Antropología cultural, con el cierre de la Filosofía de la Historia, supuesta por la genial obra de José de Acosta, historia natural y moral de las Indias (Sevilla, 1598). Sobre este cimiento cultural fue posible la institucionalización y la coronación de la misma con la creación del Estado Indiano, como fórmula de organización y verdadero estado de Derecho. El pensamiento político y la política viva y activa han generado una importante plataforma comunitaria que sería inexplicable sin la existencia de una identidad cultural que otorga al siglo XVI de América una condición «dorada» de modernidad.