El libro responde a los criterios propios de la Historia de las Mentalidades. Por ello, huye de presentar un panorama de aspectos costumbristas y se esfuerza en mostrar las claves interpretativas de los comportamientos colectivos de la sociedad medieval. En la exposición se conjuga el análisis de las condiciones objetivas (cuadros o marcos de vida) y el de las representaciones mentales que de ellas nacen. Dichos análisis se ordenan en tres bloques, que constituyen las tres partes de la obra: el medio natural, las relaciones sociales y las condiciones materiales de la existencia. La primera parte aborda el sentido del tiempo, la aprehensión del espacio y el pensamiento mágico y simbólico. En el bloque dedicado a las relaciones sociales se estudian las diferentes edades sociales y los mecanismos de cohesión y rechazo, con especial atención a las fiestas. La última parte se ocupa de la vivienda, el vestido y la alimentación.