La naturaleza ha conseguido sincronizarse con el paso del tiempo. Los hombres, a su vez, se fascinan con su estudio. Los relojes que gobiernan la vida, con un estilo ameno, explica ampliamente el tema. Su interés aumenta si se considera que se escribió desde las dos orillas del Atlántico, entre México y España. A medida que el lector recorre las citas y las ideas alrededor del tiempo, se da cuenta de que el ser humano vive tan inmerso en la dimensión temporal, que pareciera que a veces su estudio se da por entendido.