Este ensayo es un viaje para reconocer un poco más la tradición del viajero iberoamericano. Es un viaje a los fondos de las entrañas hispánicas. ¡Un laberinto! Y porque es más fácil perderse que encontrar la salida de este grandioso laberinto, el autor cuenta experiencias antes que dogmas o, al menos, intenta hacer compatible ciencia y conciencia, creación y sabiduría. Aquí no hay fórmulas para turistas sin recursos, sino unas guías, una forma de iniciación, para viajeros con destinos al otro lado del Atlántico. Ortega y Gasset le ayudó a cruzar el charco, pero Alfonso Reyes y Octavio Paz (en México), Mariano Picón Salas y Arturo Uslar Pietri (en Venezuela), José Lezama Lima y Dulce María Loynaz (en Cuba) le hicieron más agradable la estancia. En estas páginas el autor ofrece una interesante contribución para el debate sobre la viabilidad de una cultura crítica en lengua española.