Trufo es un gato rayado que tiene que compartir la casa donde vive con un nuevo inquilino: Rufo, un gato más pequeño de manchas negras. Al principio se llevan fatal, pero acaban siendo amigos. Cuando llega el buen tiempo, deciden hacer una excursión por el tejado. Allí se encuentran a un gato grande y feroz. Sin embargo, a pesar del miedo que sienten, los dos se ponen de acuerdo para unir sus fuerzas y enfrentarse al peligro: un día que el gato se cuela en la casa de Rufo y Trufo, ambos consiguen vencerlo con una manguera de agua. El gato, escarmentado y empapado, no volverá a aparecer por allí.