En Una filosofía del arte de masas, Carroll elabora un modelo conceptual, descriptivo y no valorativo del arte de masas, a partir del análisis de las posturas de resistencia filosófica representadas por Greenberg, MacDonald o?Adorno, y de las minoritarias celebraciones de Benjamin o MacLuhan. La reproducción técnica y la accesibilidad son las condiciones suficientes y necesarias de su definición, y aunque en el panorama artístico actual el arte de masas se sitúe en el extremo opuesto del arte de vanguardia, las acusaciones de inmoralidad e ideología que se le lanzan no están siempre justificadas.