El concepto de ciudadano y ciudadanía sin duda ha ido cambiando a lo largo de la historia: ser ciudadano no es lo mismo en la Roma imperial que en la Francia de Robespierre o en nuestro mundo globalizado. Hoy la idea de ciudadanía se juega en determinados campos concretos: en el espacio de la convivencia; en la legalidad que regula derechos y deberes; en la construcción del saber social y su transmisión, tan ligada a la comunicación y la participación; en los mecanismos de control de quienes tienen de hecho el poder; en el trabajo, cuya carencia priva de los derechos reales de ciudadanía; en la propiedad o en la memoria colectiva, elemento decisivo para la construcción de un nosotros. En este libro se nombran y describen los distintos ámbitos en los que se decide el ser o no ser de la verdadera ciudadanía.