Cuando una resolución judicial impone el pago de las costas procesales causadas en un procedimiento concreto a una de las partes en él interviniente, ésta desconoce el montante al que asciende la condena, ya que es un pronunciamiento de contenido indeterminado. Sólo a través de la liquidación de las costas mediante su tasación por el Secretario del tribunal que haya conocido del proceso o recurso, se llega a saber el importe que debe satisfacer el condenado al pago al beneficiado por la condena.
La presente obra aborda los problemas más frecuentes que se dan en la práctica a la hora de determinar el importe al que ascienden las costas procesales: dónde debe solicitarse la práctica de la tasación de costas, cuáles son las partidas incluibles en la tasación, qué función desempeña el Secretario Judicial en el momento de practicarla y cuáles son sus límites, cómo deben presentar las minutas de honorarios los Letrados y las notas de derechos y suplidos los Procuradores, qué documentos deben acompañarse y cuál es el proceso impugnatorio. Todos estos problemas son analizados desde el punto de vista de la praxis y con estudio contrastado de la jurisprudencia mayor y menor recaída en torno a las distintas cuestiones que sucesivamente se plantean, tomando en consideración la posible aplicabilidad de la jurisprudencia existente a los postulados de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil.