En Los cuadernos rotos Monique Lange logra una narración vibrante y emotiva sobre los sentimientos ambivalentes que determinan la relación con su padre enfermo. Insumiso, inconformista, enemigo irrevocable de los compromisos tibios, continúa siendo el mismo hombre sorprendente que no ha dejado de tiranizar a cuantos le rodean. Se trata básicamente de un relato incisivo y a ratos irónicos, de una sinceridad que desarma.