Esta es la crónica de una de las transformaciones más fatídicas de la historia: la que recorre Alemania desde nación recién creada hasta convertirse en el principal motor de la cadena de acontecimientos que la lanzaron a las dos guerras mundiales.
En 1871 Otto von Bismarck se unió a una coalición variopinta que agrupaba principados, ciudades libres y obispados en un Reich. En Inglaterra Benjamin Disraeli comentó que el mundo estaba asistiendo a «un acontecimiento político más importante que la Revolución francesa del pasado siglo ... El equilibrio de poder se ha destruido por completo». Años más tarde, con la llegada de Hitler al poder, se comprobaría el carácter profético de las palabras de Disraeli.
La era de Bismarck fue testigo de cómo Alemania se convertía en la dinamo de Europa: en el principal poder económico y militar, en el centro neurálgico de la ciencia y la educación y en un lugar de gran fermento artístico y cultural. Michael Stürmer traza la convergencia de gentes y acontecimientos que llevaron el frágil equilibrio de fuerzas en Europa hasta el desastre y el conflicto armado en la Primera Guerra Mundial. Aunque el acto final de este drama, la Segunda Guerra Mundial, tiene lugar fuera de la escena del Imperio alemán, es imposible entender sus orígenes sin conocer la historia que Michael Stürmer nos cuenta en este libro con rigor y elegancia.
