Krishnamurti uno de los pensadores más innovadores del siglo XX, sigue siendo hasta la fecha bastante desconocido por el gran público. Llamado por los teósofos para ser el próximo Mesías, renunció a su papel declarando que el acceso a la verdad necesitaba de la liberación de cualquier atadura o intermediación espiritual o psicológica. Se declaraba contrario a las organizaciones o entidades que pretendiesen intermediar a la persona con la última realidad, incluso prevenía de hacer de sí una autoridad y declaró antes de morir que no designaba sucesores o representantes que pudiesen actuar en su nombre. Puso énfasis en la relatividad de nuestra estructura mental, como el factor fundamental que impide al ser humano acercarse a la realidad espiritual. Falleció en Ojai (California) a la edad de 90 años, habiendo dejado un importante legado con sus discursos, creadas varias escuelas de enseñanza en América, Inglaterra e India, así como cinco fundaciones en todo el mundo con el mandato de preservar la autenticidad de su pensamiento. El fundamento último del enfoque de Krishnamurti tiene que ver con la emergencia de un nuevo paradigma en la Humanidad: La consideración de la realidad como un todo interrelacionado, el mito del perfeccionamiento en el tiempo y las limitaciones del pensamiento. Aspectos todos ellos que tienen abocada la llamada civilización, a gravísimos problemas de violencia, insatisfacción generalizada, explotación de personas y desequilibrio en el planeta.
Pedro López Anadón ha trazado una semblanza de los hitos mas importantes en la vida del filosofo, gracias a su experiencia dentro de la Fundación Latinoamericana de la que fue su Secretario durante varios años. Su formación universitaria en Sociología y Derecho le han permitido enfocar con profundidad muchos de los fundamentos del pensamiento de Krishnamurti, con la dificultad añadida que significa explorar un discurso que hunde sus raíces mas allá del pensamiento.