El pequeño oso no ha pescado nada ese día y él y el pequeño tigre solo pudieron comer un poco de coliflor de la huerta. ¡Ah! si tuviéramos dinero podríamos comprar cada día dos truchas y tener todo lo que quisiéramos. Así que emprenden el camino para buscar un tesoro. Pero no aparece. Cavan en la tierra, y nada. Cruzan el río y, en la otra orilla, tampoco hay nada. Todos los animales con los que se encuentran les dicen lo que es la felicidad para ellos, ¡nada que ver con el dinero! Finalmente, cuando ya están a punto de regresar muy tristes porque no han encontrado nada, duermen bajo un manzano con frutas de oro. En el banco les dan mucho dinero, pero por el camino van encontrando timadores y ladrones que les quitan todo. Incluso se pelean y se enfadan entre ellos. ¡Todo esto por un poco de dinero! Han aprendido rápido la lección y regresan a su casa donde la coliflor con mantequilla les parece deliciosa. Durante su viaje han conocido animales, han sentido el cansancio y han tenido alegrías y penas mientras los lectores viven con ellos todas sus experiencias. Las ilustraciones de Janosch aportan ternura y complicidad.