La influencia de la Ilustración europea llega a la América colonial y a sus virreinatos a través del comercio de libros, del estudio en las florecientes bibliotecas coloniales y de su difusión en las aulas universitarias. Los autores de este libro indagan en la recepción del pensamiento ilustrado europeo; analizan la adaptación de dichas ideologías al fusionarse con las tradiciones criollas; nos hablan de su difícil convivencia con el catolicismo imperante; y dejan entrever las repercusiones que los aires de libertad y ciencia llegados de Europa dejan en la sociedad colonial americana -cada vez más desligada de la metrópoli-, apoyando las bases de una nueva identidad y cultura nacional.