¿Qué hay de malo en desear un huevo de chocolate sorpresa? En realidad nada, pero lo lógico es esperar a que tu mamá te lo compre o una simpática panadera te lo regale. Hay que tener un poco de paciencia, para que no te pase como a Jonás. Asistimos a su primera "tentación". ¿Será capaz de superarla?