Tarzán descubre en esta entrega a un científico loco que ha logrado que un grupo de gorilas se comporten como poco menos que seres humanos, pero además ha recreado el Londres del siglo XVII en las profundidades de la jungla. Por otro lado, se encuentra con un equipo de cine que está intentando rodar una película en condiciones muy poco propicias y que, por si fuera poco, ha perdido a una de sus estrellas.
Por primera vez en esta serie, Burroughs hace una alusión velada al tratamiento que Hollywood dio a su obra narrativa, y ofrece una mirada crítica acerca del mundo de las estrellas cinematográficas.