Algunos libros pueden ser una ayuda o incluso un punto de apoyo para nuestras vidas. Sin embargo, el tiempo y sobre todo los millones de lectores nos hacen ver que sólo unos pocos de estos libros son capaces de conectar de una manera directa, profunda y a la vez entrañable. Tal es el caso de algunos hitos literarios como Juan Salvador Gaviota o El caballero de la armadura oxidada.
Ahora, en esta misma línea y con la misma brevedad y sencillez se incorpora Las obsesiones del rey. El rey es joven, rico, bueno y respetado por cuantos le rodean pero su interior, su Tormento interior le impide perdonarse, le hace sentirse incompetente, triste, dominado por las dudas y el sentimientos de culpa. Ni los datos del científico, ni la pócima del mago, ni el trance del curandero o las manos del sanador logran vencer por completo el sufrimiento del rey. Sólo un pobre búho sabrá indicar el verdadero camino de la curación, el camino que lleva a las profundidades de uno mismo, el camino que le exige el desprendimiento y el despojo para hallar no sólo el equilibrio, la paz y la serenidad interiores sino también, y sobre todo, la alegría de vivir.