La proliferación de preparados industriales ha contribuido al abandono del postre casero y la decadencia de la repostería familiar, convertida cada vez más en un coto cerrado al que sólo tienen acceso los profesionales. Sin embargo, ÁNGELA LANDA heredera y continuadora de una larga tradición mantiene que la gran mayoría de esas recetas, desde la sencillez de una
manzana bien asada a la exquisita ligereza de una bavaroise, son realizables en una cocina doméstica normal. Cualquier persona dotada de conocimientos culinarios básicos puede preparar, con dedicación y tiempo, distintos tipos de tartas, cremas, etc. Las más de 250 recetas recopiladas en EL LIBRO DE LA REPOSTERÍA ahora ampliado van precedidas de unas
recomendaciones para conseguir el difícil toque del postre bien hecho.