A finales de 1999 se celebró en Seattle la Tercera Conferencia Interministerial de la OMC (Organización Mundial del Comercio). La reunión sirvió de escenario para una de las mayores concentraciones frente al modelo de globalización que impone el sistema capitalista. Poco después, el 11 de septiembre de 2001, la humanidad asistía perpleja al ataque contra los símbolos de la autoridad de EEUU. Entre estos dos términos, los acontecimientos desarrollados en el mundo han concitado numerosas reacciones y apreciaciones. He aquí las de Fidel Castro, presidente de la República de Cuba.