Nuestros cuerpos, nuestras inteligencias, los mensajes y los bienes que intercambiamos se están viendo afectados por un movimiento de virtualización rápida y generalizada. Esta evolución influye incluso sobre nuestras formas de colectividad: las comunidades virtuales, las empresas virtuales, la democracia virtual... Aunque la interconexión de los ordenadores del planeta (el ciberespacio) desempeña un papel crucial en las transformaciones en curso, se trata de un telón de fondo que ha acabado sobrepasando ampliamente a la informatización.
¿Es de temer una desrealización general? ¿Estamos bajo la amenaza de un apocalipsis cultural? Este libro defiende otra hipótesis: entre las evoluciones de este giro hacia el tercer milenio, y a pesar de sus innegables aspectos sombríos o terribles, existe una inequívoca continuidad de la hominización. Apoyándose en conceptos definidos con claridad y en una rigurosa revisión de los hechos técnicos, económicos y culturales más recientes, el autor propone un original análisis de la civilización emergente. Y es más, su texto no se dedica ni a anatematizar el presente ni a promocionar un entusiasmo ingenuo o puramente comercial ante los avances tecnológicos, sino a hacer lo que realmente conviene en estos momentos: explicar qué es la virtualización y en qué contribuye a la invención de lo humano. ¿Y con qué propósito? Simplemente comprender las mutaciones contemporáneas para tener una oportunidad de intervenir en las transformaciones en curso.