Uno de los problemas más importantes a los que se enfrenta una transición política en su paso del autoritarismo o el totalitarismo a la democracia es el de cómo lidiar con los legados de la represión. De hecho, es en esos momentos en los que las sociedades miran al pasado para comprender cómo perdieron su pulso ético y político, y cómo fracasaron en la contención de la violencia y el mantenimiento de los valores de libertad y tolerancia, cuando se plantean la mayoría de las preguntas legales, morales y políticas fundamentales. El presente libro arroja nueva luz sobre este importante aspecto de las transiciones a la democracia, evaluando de qué manera se han enfrentado a esos legados Portugal, España, los países de Europa central y oriental, Alemania después de su reunificación, el Cono Sur latinoamericano, América Central y Sudáfrica.