Internet, el comercio electrónico, las nuevas reglas del mercado laboral y la globalización han hecho que nuestro modo de trabajar y comunicarnos hayan entrado en una fase de cambio permanente. Sin embargo, aún se mantiene una cuestión esencial: prestar atención a los detalles, y en especial a los que sirven para demostrar que sabemos comunicarnos e interactuar con los demás en un entorno profesional, con independencia del puesto o la profesión que tengamos.