La Astronomía es una ciencia basada en la observación. Hasta el siglo XVII no se dispuso de ningún instrumento óptico que ayudase a la visión humana. Sin embargo, hay una gran cantidad de cuestiones que pueden abordarse a simple vista: conocer las constelaciones y las estrellas, comprender los mecanismos de los movimientos aparentes de la bóveda celeste o medir el paso del tiempo con la ayuda de los fenómenos astronómicos. No es imprescindible disponer de un telescopio o de unos prismáticos para iniciarse en la ciencia de los cielos. Te animo a que disfrutes reconociendo las principales constelaciones visibles un cierto día, a orientarte por medio de la Polar o de otras estrellas, a que sepas distinguir rápidamente si ese punto de luz tan brillante es un planeta, a observar las fases de la Luna y la distinta altura y recorrido del Sol según las estaciones.
En el libro no hay muchas definiciones ni demasiadas explicaciones. Casi todo el trabajo se hace a base de actividades gráficas, de algunos ejercicios y de la construcción de algún instrumento, maqueta o modelo. Una vez realizadas las tareas, tú mismo te habrás dado cuenta de cómo quedan explicados los fenómenos celestes. Las cuestiones que hay al final de cada tema te pueden ayudar a fijar o aclarar las ideas y a ampliar algún detalle.