A la sombra del Siglo de las Luces crece un hombre cuya memoria llega agigantada hasta nosotros y cuyo nombre designa una tendencia básica de la naturaleza humana: el sadismo. Genio o criminal, o ambas cosas, el Marqués de Sade culmina su vida de libertinaje con el desenfreno de su obra. Su pensamiento, único por diferente, liberador por excesivo, es el detonante de su comportamiento escandaloso, salvaje y obsceno, espejo de su tiempo. La fuerza psicológica de sus personajes y las fascinantes imágenes de esta novela, esculpida con vigorosa prosa, hacen de la lectura una emocionante experiencia vital.