Un número indeterminado de españoles (¿50.000, 60.000, 90.000...?) desapareció durante e inmediatamente después de nuestra Guerra.
Desaparecieron de muchas formas, ominosas todas, y el Pacto de Amnesia de la Transición contribuyó a que su memoria y su rastro se perdieran para siempre. Este libro, acaso la primera monografía, cuyo relato sobre nuestros desaparecidos, discurre por los territorios del horror, se detiene en las diversas estaciones del monumental desaparecedero español de la Guerra.
En esas estaciones están los niños perdidos en las huidas, en los bombardeos, en el caos de las evacuaciones y en el delirante episodio de las repatriaciones franquistas de los hijos de los ?rojos?; las pesquisas desesperadas, infructuosas, de los que les perdieron y aún los buscan; las decenas de miles de desaparecidos a causa del terror fascista por el que se desvanecieron, bien que asesinados, en Melilla, en Granada, en Málaga y en Toledo; también está la desazón insoportable de las esposas, de las madres, de las hijas que ya nunca volvieron a ver a sus hombres desde que se los llevaron; las víctimas del terror revolucionario que pretendía inaugurar un nuevo mundo mediante los paseos, las checas y los templos quemados; está la carne rota, irreconocible, de los hospitales y los enterramientos de campaña; están, representando a los soldados desaparecidos, desconocidos, de todas las batallas, los desgraciados ?flechas negras? italianos perdidos en Guadalajara; están los cuerpos que flotan como peces torpes en el río de una aldea; también los tripulantes de un submarino dormidos frente a Málaga; los ?topos? y los huidos de la venganza franquista; están los que enloquecieron y desaparecieron de sí mismos; los que yacen en las innumerables fosas comunes que sarpullen el suelo de España, y están, en fin, los que cuyas sombras, invocadas por sus nietos, deambulan por las páginas de Internet.
ACOGIDA DEL LIBRO
"La intención básica del autor de este libro no es ofrecer una visión omnicomprensiva de la Guerra Civil, sino un documento en el que, al describir la magnitud de los 'desaparecidos' se desemboque en la idea de que, con ellos, de alguna manera, también 'desapareció' España, aquella España". Eduardo Sotillos, "El Siglo".
"Rafael Torres completa una pentalogía sobre la guerra y sus consecuencias. Alguien diría que el periodista ha encontrado un filón con este tema. Lo terrible es que ese filón exista y dé para tanto, que sea como una gran fosa común que sigue arrojando cadáveres anónimos". Ángel Vivas, "El Mundo".
"Este libro de Rafael Torres, de entrada, pone los pelos de punta, como tantos de los suyos. La emoción, no obstante, y pues el libro es documentado, inteligente, sobrio y preciso, no ciega las posibilidades de reflexión. He ahí su mayor virtud". L.G.M., "Interviú".
"Quizá mientras iba construyéndose la democracia resultaba demasiado doloroso y conflictivo hablar de lo que Rafael Torres llama 'víctimas de la victoria'. (...) Pero el momento parece haber llegado". Javier Valenzuela, "El País".