Fernando Bruquetas de Castro nos propone con este libro un acercamiento novedoso y revelador a la historia de la homosexualidad a través de los personajes más relevantes de la vida pública de todos los tiempos. Emperadores, reyes, políticos, miembros de la Iglesia o de las universidades practicaron una sexualidad libre pero presa de la simulación y de las contradicciones.
Algunos de estos grandes nombres contribuyen a conocer de cerca la hipocresía de las razones de Estado y de las maquinarias del poder a través de la historia de la humanidad, desde la leyenda con páginas insuperables como los amores de Zeus y Ganímedes a la crónica aristocrática de los Duques de Windsor.
Este libro nos descubre los pormenores de las alcobas en los grandes territorios de los imperios y los estados. Así nos lleva de la amistad sin parangón entre Gilgamés y Enkidu al duelo desesperado de Aquiles por Patroclo, dolor que lo lleva a la guerra. Del inflexible y apasionado Alejandro, que enloqueció a la muerte de su amado Hefestión, al acicalado general Julio César, que se procuraba hermosos esclavos en cada tierra conquistada. Del veleidoso don Jaime de Aragón, a quien hubo que convencer que casarse no implicaba la consumación del matrimonio, al aguerrido Ricardo Corazón de León, que sucumbió a los encantos de un trovador de la corte. Del zar Pedro el Cruel, sensual y excéntrico, ansioso por modernizar la vieja Rusia, al infante Luis de Orleans, buscador de aventuras por los puertos y los burdeles y cuyo mayor delirio lo obtenía entre los brazos de los gondoleros. De Antonio Pérez, simpático y astuto secretario de Felipe II, conocido en Madrid como ?El Pimpollo?, a Francisco de Asís de Borbón, que provocó la ira de Isabel II al saber que la casarían con ?Paquita?, como ella lo llamaba. Del perezoso y delicado Maximiliano, que como emperador de México se abandonó a una gustosa dolce vita y cuya muerte frente al pelotón de fusilamiento se ve hoy envuelta por la sospecha, al célebre Duque de Windsor, seducido por la Alemania nazi y protagonista de una de las más perfectas maniobras urdidas por un gobierno, su abdicación del trono por amor a Wallis Simpson, con la que llegó a compartir los amores de un atractivo y millonario gigoló norteamericano...
Una deslumbrante galería de hombres que fueron presa de los dos principales motores de la humanidad: la sexualidad y el ansia de poder.
ACOGIDA DEL LIBRO:
"Bruquetas de Castro sale airoso de la ardua batalla equilibrística entre seriedad y amenidad: enhorabuena". Jaime Díaz, "Shanguide".
"Bruquetas de Castro ha buceado en la intrahistoria para sacar a la luz hechos insólitos o ya conocidos (...). Se trata de otra forma de ver la Historia y de bajar de un pedestal a muchos personajes". La Gaceta.