Aunque la teoría de la evolución de Charles Darwin descansaba sobre los fundamentos de la biología moderna, no revelaba todos los datos. Darwin y sus sucesores modernos han mostrado de modo muy convincente cómo opera la selección natural sobre la variabilidad de la especie, pero sin responder a la cuestión de cómo los diferentes organismos acaban por ocupar un lugar más o menos privilegiado.
En Planeta simbiótico, la científica Lynn Margulis muestra que la simbiosis es crucial para los orígenes de las novedades evolutivas. Abarcando desde las bacterias -las formas de vida más pequeñas- hasta las más grandes -la propia Tierra-, Margulis explica el origen simbiótico de muchas de las más importantes innovaciones de la evolución. Las mismas células de las que estamos hechos comenzaron siendo uniones simbióticas de diferentes tipos de bacterias. Y como todos los seres vivos están bañados por las mismas aguas y atmósfera, todos los habitantes de la Tierra pertenecen a una gran unidad simbiótica. Contemplado desde el espacio, Gaia, el ecosistema más grande de la superficie terrestre, es sólo una gran simbiosis.
Para muchos biólogos, Lynn Margulis es un genio.
El País