Autor de las grandes novelas "La dama de blanco" y "La piedra lunar", alabado por personalidades tan dispares como Borges, Eliot o Swinburne, Wilkie Collins ha sido reconocido universalmente como uno de los más geniales creadores de la intriga y el misterio, y celebrado por sus desenlaces imprevisibles. "El hotel encantado" pertenece al género de la novela de terror, o más específicamente al de la novela de fantasmas. Unos fantasmas que no son espantajos de ululante protoplasma, sino realidades que hallan sentido en los repliegues más oscuros y abyectos del espíritu de todo ser humano. El terror, pues, no se busca aquí a través del susto fácil, del mero entretenimiento, sino en la conmoción profunda que genera el horror auténtico: el que surge del encuentro del hombre consigo mismo en el terreno atroz de lo que está más allá de lo conocido y, también, más allá de lo tolerable.