Pintas una raya. Una raya muy larga. La raya se sale del papel y del salón y escapa, dejando el mundo dividido en dos: tú por un lado y, por el otro, gente rara, monstruos y quién sabe qué más. Los otros niños midieron sus rayas con la regla, pero tú no puedes porque la tuya es eterna y da vuelta al mundo.