En las novelas policiacas nunca falta un último capítulo en el que se nos
responde, por fin, a la pregunta que nos ha mantenido en vilo durante toda la
lectura: ¿Quién es el asesino? Pero en la vida real muchos casos se cierran sin
que nada ni nadie consiga satisfacer esa curiosidad. La identidad del criminal
se convierte en un misterio que, probablemente, no se logrará descifrar jamás.
Fernando Martínez Laínez recoge en esta obra los casos sin resolver más famosos
de la historia. Son once «crímenes sin castigo», escalofriantes y
sobrecogedores, que componen «una crónica negra sin final feliz», en palabras
del autor, en la que al término de cada capítulo la palabra sospecha queda
siempre suspendida en el aire, abriéndonos el camino a una inquietante
pregunta: ¿Existe el crimen «perfecto»?