En esta obra se estudian las consecuencias negativas que el aumento de las desigualdades, la creciente concentración de la riqueza y el poder en pocas manos, la crisis del trabajo y la precarización de los empleos están teniendo en los actuales sistemas políticos de representación. A partir de estos problemas se formula un conjunto de propuestas que pueden permitirnos avanzar hacia una nueva etapa postliberal de la democracia que nos aproxime en mayor grado al ideal de una «república»de ciudadanos más iguales en oportunidades, en derechos y en capacidad de implicación activa.