Las calles de la inquietante ciudad medieval de York se han llenado de gente de todo el condado para la celebración de Corpus Christi. Dentro de la imponente catedral, un aterrorizado niño de ocho años es testigo de un asesinato. Ante la conmoción suscitada, el arzobispo John Thoresby se ve obligado a resolver el crimen con rapidez para mantener la calma y así evitar las iras del rey. Con este fin contrata los servicios de Owen Archer, quien deberá abandonar la vida plácida junto a su esposa Lucie para buscar al joven testigo del crimen, sumergirse en las intrigas de los poderosos comerciantes laneros y procurar detener la sucesión de muertes que se ha desencadenado.