Mujeres y hombres seguimos sin entendernos en casa, en el instituto, en la facultad, en la oficina, entre colegas, entre adolescente, entre amigos, en el seno de la pareja, en correos, en el restaurante? Seguimos persiguiéndonos sin llegar a atraparnos. Esperamos un pequeño fallo del otro/otra para lanzarle todo tipo de reproches. ¿No tendríamos que intentar averiguar cómo funciona el otro/ la otra para ponernos honestamente en su lugar y hallar una forma de vivir mejor juntos?