Las inevitables penalidades de la vida, nos recuerda la autora de este libro esclarecedor, pueden volvernos cada vez más cobardes y amargados o, por el contrario, pueden ser un motivo de fortalecimiento interior (Lo que no me aniquila, me hace más fuerte, decía Nietzsche). Y estas enseñanzas sencillas y de directa aplicación a la vida cotidiana nos suministran las herramientas mentales necesarias para convertir nuestros temores, angustias y frustraciones en sabiduría y valor.