Al llegar a Atenas y contemplar la Acrópolis sobre la ciudad el espíritu del viajero se eleva, tanto aquel que la visita por primera vez como el que ya ha vivido la experiencia anteriormente. Atenas es una ciudad antigua que encierra muchos siglos de historia, cuyos testimonios se conservan en el Museo Arqueológico Nacional. Sin embargo, también es protagonista de la historia moderna: el régimen de los Coroneles, escándalos políticos, las Olimpiadas, y nuestra visita será mucho más interesante si consideramos tanto el presente como su impresionante pasado.
Aunque Atenas es un ciudad ruidosa, contaminada y demasiado calurosa en agosto, se están realizando grandes esfuerzos para mejorar el centro en base a varios proyectos de restricción del tráfico. La calle comercial más importante, Ermou, ha sido peatonalizada en la mayor parte de su recorrido, convirtiéndose así en un agradable lugar para pasear durante el día y por la noche cuando se anima con la música de los artistas callejeros. Monumentos como la Acrópolis permanecen ajenos al tráfico; las iglesias bizantinas parecen ignorar el trasiego cotidiano y el Museo Arqueológico Nacional es uno de los mejores del mundo. Los atenienses permanecen fieles a sí mismos, haciendo de Atenas su hogar, donde el extranjero también puede sentirse como en casa.