El año 1095, el papa Urbano II declara la guerra al infiel. Reyes, príncipes y nobles de toda Europa alzan la cruz y se unen con entusiasmo a la Cruzada para recuperar Jerusalén. Así es como la fiebre por defender la verdadera fe llega hasta los confines de Escocia, en las remotas islas Orcadas, donde el padre y los hermanos de Murdo Ranulfson parten hacia la aventura dejándole a cargo de custodiar los bienes de la familia. Pero cuando las tierras y las posesiones de los Ranulfson les son confiscadas por la pérfida conspiración de un rey codicioso y un clérigo corrupto, Murdo comprende que ha llegado la hora de iniciar su propio peregrinaje. Con la esperanza de encontrar a su padre y recuperar sus bienes, emprende un viaje épico que lo lleva al corazón del mundo civilizado, donde el emperador Alejo y los señores de Occidente están enzarzados en una batalla de herencias y sucesiones que amenazan la supervivencia del Sacro Imperio Romano. Inmerso en un mundo donde la ambición y la brutalidad alcanzan límites inimaginables, Murdo encuentra finalmente al hombre que busca y obtiene la reliquia que, según su creencia, deberá guiar su vida y la de sus descendientes durante cientos de años.
Con la misma prosa ágil y amena que miles de lectores pudieron apreciar en Bizancio, su anterior novela publicada en castellano, Stephen Lawhead da comienzo a una trilogía que narra la participación de los celtas en las grandes Cruzadas cristianas.